domingo, 3 de mayo de 2015

Motor y al aire

Volar es una experiencia única, apasionante y el anhelo del hombre durante muchos siglos de su existencia. Abandonar la tierra que nos encadena y surcar los aires, libres como los pájaros, ha sido un triunfo del progreso, del ingenio, de la investigación y, en general, de un deseo inexorable de alcanzar una meta que sólo existía en nuestra imaginación.

No podía iniciar este blog y mi andadura en la blogosfera sin otra palabra que reflejara mejor que ninguna, uno de mis sueños desde muy pequeño. Las circunstancias de la vida no me han permitido convertirlo en mi profesión aunque, afortunadamente, he podido alcanzar mi meta a través de una parte de la aviación pequeña y limitada pero a su vez sencilla y económica: el vuelo en aviones ultraligeros.

Este tipo de aviones aparecieron a finales de los años 70 y principios de los 80, cuando muchos aficionados a la aviación demandaban unos modelos más baratos y fáciles de mantener y operar. Numerosos constructores aeronáuticos comenzaron a diseñar y producir aeronaves de vuelo lento, más livianas y con un consumo de combustible muy reducido.